martes, 25 de junio de 2013

Son todos iguales!

La gente cuando necesita de uno, cuando está mal si está feliz de que uno la ayuda pero en el momento en que uno dice lo que piensa y pide un favor, entonces ya no tienen uno porque decirles nada ni ellos porque ayudar de vuelta...
Sola, sola era como me iba mejor...

Me convertí en mujer

Me había llamado siempre la atención como se sentía esa transición de adolescente/joven a mujer que había ido descubriendo poco a poco, eso impulsos eléctricos del cuerpo y la mente que me hicieron cambiar sobre todo mi forma de ver el mundo y de verme y sentirme a mí misma.
No tenía que ver con cambios físicos exactamente, con sexo, con salir… tomar…. Ahora que todo es tan precoz (“Yo tenía 10 años la primera vez que tuve relaciones” me dijo como si fuera un orgullo) y la gente cada vez tarda más en madurar o del todo no le llega el día!
En algunos aspectos de mi vida había sabido siempre hacia donde quería ir y sigue siendo así. En cuanto a las relaciones, sé lo que quiero y lo que no quiero, pero mientras pensaba en eso me di cuenta que los besos, las caricias, las palabras cariñosas me dan momentos de felicidad pero no son realmente lo que me hace o va a hacer feliz. Me di cuenta de que lo que quería, lo que necesitaba y lo que realmente me iba a permitir realizarme en esta parte era mucho más elevado, más complejo y más valioso.
Ya no eran esas relaciones de la adolescencia de besitos, dem azúcar y salir a pasear. Lo que espero después de haber superado esa etapa es estabilidad, seguridad y tranquilidad. Es que no es lo mismo compartir los problemas a que te los multipliquen ni es lo mismo compartir la carga a que el peso de la tuya crezca ni es lo mismo estar juntos en el hoy que construir un futuro, ni es lo mismo estar el uno para el otro…. Es que las personas incondicionales no existen! Me había dado cuenta de que muchas personas dicen entender esto, incluso quererlo pero realmente no saben lo que implica o no están dispuestos a comprometerse con lo que exige.
Yo también tuve miedo por mucho tiempo a las relaciones, a lo que había que sacrificar y lo que había que agregar pero finalmente comprendí que tengo muchísimo que ofrecer: en primer lugar a mi! Creo firmemente que alguien que no se ama o se valora es incapaz de amar o valorar a otros, y que no debe haber un alguien – pareja que represente la única forma de dar todo eso. Mi mamá siempre usa el ejemplo del yugo desigual y finalmente tiene sentido: los bueyes comparten la carga y mantienen en equilibrio la carreta pero si uno pone un buey con un caballo, indiscutiblemente uno tendrá que soportar la mayoría de la carga, se perdería el equilibrio… El paso de cada uno es distinto… el trayecto se volvería muy difícil…
¡La gente SI cambia! Las influencias externas pueden contribuir a ese cambio es cierto también. Pero, la gente únicamente cambia cuando en su interior siente realmente ese impulso que lo lleva a la acción, sólo cambia porque quiere porque es su único y personal deseo.
Me convertí en una mujer!